El nombre de Jerez siempre ha estado
ligado al vino, al caballo, al flamenco y, últimamente al mundo del motor. La
ciudad es el núcleo administrativo de un vasto territorio dedicado al cultivo
de la uva. El ayuntamiento prosigue su campaña de cuidar lo que tiene donde los
habitantes y visitantes se sientan más a gusto.
Es una población digamos grande, pero el
casco antiguo es fácil de recorrer. De la estación al centro hay como unos 15
minutos caminando, y si no hace calor se lleva bien.
El casco antiguo está formado por calles sinuosas,
plazas y rincones llenos de encanto. Monumentos interesantes La Catedral, la
Iglesia de Santiago y el alcázar musulmán. Existen muchas casa palacio, algunas
se pueden visitar concertando previamente cita. No se puede perder la
oportunidad de visitar una bodega. Al lado de la catedral y del parque de la
Alameda vieja, está la del famoso Tío Pepe.
Existen otras bodegas igualmente con visita guiadas, también las
encontraréis en el Puerto de Santa María. La visita ronda los 10 euros y la
duración es de un par de horas. Si tenéis tiempo vale la pena. Curiosidad : con
la entrada va incluida una degustación de vinos y el precio varía si es con
tapa o sin ella, la verdad que no vale la pena pagar mas por unas patatas chips
o unas aceitunillas.
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